Como era de esperar hoy nos hemos levantado con la guerra de cifras sobre el seguimiento de la huelga general de ayer. A pesar de que el gobierno no ha querido entrar en ese enfrentamiento, si lo han hecho la patronal y los sindicatos. Además todos los medios de comunicación han dado su propia valoración.
No es una sorpresa que los sindicatos digan que el paro ha sido un éxito y su seguimiento masivo (hasta un 70% han llegado a decir). Pero por mucho que se quieran engañar, ellos mismos saben que no es cierto y que el seguimiento ayer no fue muy mayoritario. Cualquiera que pasease ayer por Madrid hubiese visto como casi todo (lo peor, los autobuses) funcionaban con cierta normalidad. Los comercios cerraban al ver llegar a los piquetes, pero volvían a abrir en cuanto éstos pasaban de largo.
Parece que el mayor seguimiento se ha producido en el sector industrial (sobre todo en las plantas de vehículos). No es de extrañar, pues ese ahí donde los sindicatos tienen una mayor fuerza y donde más pueden coaccionar a los empleados para que no acudan a sus puestos de trabajo.
Todos sabemos que sin los mal llamado piquetes informativos, el seguimiento hubiese sido mucho menor. Los sindicatos necesitan la coacción y, a veces, el comportamiento violento de algunos para que aumente el número de personas que no van a trabajar. En los tiempos que corren, con la cantidad de información que se transmite; los piquetes son innecesarios. Viendo a lo que se dedican, bien podría pensarse en prohibirlos.
Además, habrá que descontar a todos aquellos trabajadores que, como yo, no fueron a trabajar porque se cogieron el día libre. En gran parte para evitarse problemas, como los ocurridos en mi lugar de trabajo y de los que pude librar.
Ha habido sindicatos que no se han sumado a la convocatoria o han dado libertad a sus afiliados. Independientemente de que todo trabajador tiene derecho a no secundar una huelga, no entiendo porqué un afiliado de otro sindicato tiene que secundar una huelga simplemente porque CC.OO, UGT o la CNT lo digan, cuando el sindicato que le representa no la secunda.
Por otro lado, al Gobierno se le ha visto un poco compungido y prácticamente no ha dado más cifras que la de los funcionarios del estado. Es la primera vez que se ve a un Gobierno triste por el fracaso de una huelga general.
Para mí que la huelga pasará más como una anécdota, como un breve receso en nuestra vida cotidiana. Prácticamente todos hemos vuelto hoy a la normalidad.
Nos leemos.