Aunque con un poco de retraso (las elecciones me han dejado seco), esta semana ha habido dos noticias que han llamado mi atención y que me gustaría comentar. Son dos noticias que, a derecha e izquierda, me convencen de que UPyD es la mejor opción política del momento.
A derechas: limitación de mandatos, ¿ahora no toca?
Durante los 8 años que gobernó en España José María Aznar escuchamos decir que los problemas de corrupción que se dieron durante la etapa de Felipe González se debían a la perpetuación del presidente en el gobierno. Como medida para evitarlos Aznar se comprometió a permanecer un máximo de 8 años en el poder y a no presentarse a una segunda reelección.
Personalmente la limitación de mandatos me parece una buena idea, de hecho UPyD lo llevaba en su programa electoral de 2008. Creo que esta manera se evita que los gobernantes (sean presidentes del gobierno, de comunidades autónomas o alcaldes) tengan la tentación de centrarse en mantenerse en el poder en lugar de en gobernar.
Pues bien, muchos nos habíamos pensado que la limitación de mandatos iba a ser una práctica política habitual en el Partido Popular. Pues no, esta semana nos hemos enterado de que Mariano Rajoy ha pedido tanto a Esperanza Aguirre como a Alberto Ruíz Gallardón que se vuelvan a presentar en Madrid dentro de 2 años. No creo que el PP tema que sin sus dos figuras madrileñas vaya a tener problemas electorales en Madrid, una de sus plazas fuertes. Sino que más bien, Rajoy quiere quitarse a dos rivales internos durante los dos próximos años.
De todos modos parece que en el PP la limitación de mandatos, tras Aznar, aplica a otros pero no a ellos.
A izquierdas: ideales en venta.
Sin duda lo más bochornoso de la semana ha sido el mercadeo que se ha traído el PSOE con el techo presupuestario. Un día, a media mañana, el Gobierno anunciaba que había llegado a un acuerdo con IU-ICV para subir los impuestos a los más “ricos”. Esta era una medida, que discutible o no, iba a contentar a una parte del electorado socialista situado más a la izquierda y próxima a IU.
Cuatro horas después, se anuncia que los socialistas renunciaban al pacto anterior. El motivo que IU-ICV con sólo 2 diputados se iba abstener en la votación de aprobación del techo presupuestario y que CIU, si se aprobaba la medida, no apoyaría el tope presupuestario. Aplicando la muy capitalista ley de la oferta y la demanda, el PSOE compró el producto que mejor le salía. Los 10 diputados de CIU eran mejor compra que los 2 de IU-ICV.
Desde mi punto de vista, el mensaje que dan los socialistas es que no tienen ideales, sino que los cambian en función de lo que puedan obtener de ellos. En horas pueden pueden anunciar una medida y la contraria si al cambiar consiguen mejores resultados que con la medida original. Esa no es forma de gobernar.
Nos leemos.
Madrid, 27 de Junio de 2009.