30 abril 2009

4 millones y contando


El pasado Viernes 23 de Abril la Encuesta de Población Activa (EPA) arrojaba el espeluznante dato de que el paro en España superaba los 4 millones, un 17,36 %. En tres provincias (Canarias, Andalucía y Extremadura) el paro afecta a más de una de cada 5 personas. Y en dos de ellas, en Canarias y en Andalucía, una de cada 4 personas en edad de trabajar no puede hacerlo.

No se puede culpar al gobierno socialista de ser el responsable de la crisis que estamos sufriendo, pero si podemos culparles de la nefasta gestión que están haciendo. Gestión que ha convertido a España en uno de los países más afectados, con tasas de paro muy superiores (en algunos casos hasta el doble) a las de nuestros vecinos.

La táctica del gobierno del PSOE se limita a buenas palabras, promesas de medidas más eficaces, anuncios de que estamos en lo peor (ayer mismo volví a oír decir a Zapatero que estábamos en el peor momento de la crisis, críticas a cualquier medida presentada por cualquiera que no sean ellos y que a partir de ahora empezaba la recuperación) y críticas a cualquier medida presentada por cualquiera que no sean ellos. Todo lo arreglan diciendo que la situación española es sólo el reflejo de la crisis internacional (culpando de pasada a Estados Unidos y al capitalismo), pero no explican porque España se ha visto más afectada que muchos otros países de nuestro entorno.

Todavía recuerdo unas declaraciones que escuché en la radio y luego leí en los periódicos. No me acuerdo si fue a finales del año pasado, pero fue en el Congreso de los Diputados. El presidente de la nación decía que para marzo de 2009 empezaríamos a notar una ligera recuperación (gracias a las medidas del gobierno, supongo). Pues la realidad nos ha golpeado con la mayor cifra en número de parados de la historia. Mucha recuperación no parece que se esté produciendo.

Miedo me da también recordar las palabras de algún mal aprendiz de adivino que dijo que no era probable que a finales de 2009 se alcanzara la cifra de 4 millones de parados. Pues acertó, pero porque ese guarismo se ha alzando 9 meses antes. Ahora pronostican que no se llegará a los 5 millones. Ojalá sea así, pero los antecedentes no invitan al optimismo.

Otra cosa que me parece increíble es el silencio, casi indecente, de los sindicatos. A veces me pregunto si con un gobierno de otro color los sindicatos estarían tan callados. Hoy mismo he oído la noticia en la radio de que las manifestaciones del día del trabajo se van a centrar en la patronal y la banca. ¿No va a haber ningún hueco en las consignas de las manifestaciones para criticar al gobierno de Rodríguez Zapatero? La explicación llegaba al justi final de la noticia: el presidente del Gobierno acudirá a sendas comidas organizadas por los sindicatos mayoritarios (UGT y CCOO) con motivo del primero de mayo. ¿Cuántos millones de parados tiene que tener España para que los sindicatos se decidan a actuar? ¿Cuántas familias más con todos sus miembros en el paro? ¿Cuántos deben agotar sus subsidios de desempleo?

Nos leemos.
Madrid, 30 de Abril de 2009.

2 comentarios:

lisufelligus dijo...

Hola ,Ciudadano Quien: Respecto al paro, economistas de reconocido prestigio (como Krugman, por ej)consideran que es un problema estructural de la economía española, es decir, que si con una economía puntera tenemos un 8-9% de paro, en una crisis profunda como la que padecemos, podemos llegar a un 20-25% de paro. Krugman, en concreto, tb le da caña a los sindicatos: "los parados no eligen Delegados Sindicales", de lo que se deduce que por mucho que digan los dirigentes sindicales acerca de que están tremendamente preocupados por los parados, en realidad no son su prioridad. Así de crudo.
Nos leemos.

Ciudadano Quien dijo...

Lisufelligus, una huelga general quizás no, pero por lo menos un poco más de crítica al gobierno y a las medidas tan poco eficaces que están tomando.

En cambio, los dos grandes sindicatos invitan a Zapatero a las comidas organizadas por el día del Trabajo.

Un cambio en el modelo económico español no vendría mal. Basar nuestra economía en sectores diferentes a los de la construcción.

Nos leemos.