En esos días he escuchado varias alusiones a la chaqueta de Rosa Díez, alusiones que por otro lado no son nuevas, porque se vienen repitiendo con cierta frecuencia cada vez que los de UPyD salimos a la calle.
Es verdad que la forma de vestir de la líder de Unión Progreso y Democracia es particular, hay a quien gusta más y a quien gusta menos. Su vestimenta, que podríamos calificar de moderna y atrevida, no suele dejar indiferente y es usada por muchos de sus detractores como munición para la crítica.
Pero los viandantes, que en su mayor parte se declaraban socialistas de toda la vida, no se refierían a las sorprendentes chaquetas que luce Rosa Díez en alguna de sus intervenciones públicas. Se refierían a su salida del PSOE y posterior fundación de UPyD, lo que a su modo de ver constituye un acto imperdonable de traición. ¡Chaquetera! ¡Traidora! Son cosas que he oído decir. Hasta ¡tránsfuga! le han dicho.
Entiendo que para gente que no ve más allá de la sigla, el que una persona que había optado a la secretaría general de un partido deje ese partido y funde otro puede ser considerado como alta traición. Pero quizás deberíamos preguntarnos quién a traicionado a quien. Tras la entrada de Zapatero a la dirección del PSOE hubo cambios de rumbo que podrían ser etiquetados como traiciones por una buena parte del electorado socialista: dos claros ejemplos son la negociación con ANV (brazo político de ETA) y los reiterados pactos con partidos nacionalistas.
Al PSOE se la han ido cayendo las siglas. La P la han perdido porque no se puede decir que sean un Partido, más bien son un aglutinado de partidos que defienden sus propios intereses regionales. La S se les cayó porque sus políticas son cada vez son menos Socialistas. La O se ha perdido porque Obrero es una palabra anclada en el siglo XIX y que tiene cada vez tiene menos significado. De la E pueden hacer cada vez menos gala porque últimamente defienden menos el interés Español para precipitarse en brazos de los nacionalismos.
Hay quien acusa a Rosa Díez de haber permanecido en un partido al que criticaba abiertamente ganando un buen sueldo en el Parlamento Europeo. Pero si eso fuera cierto podría haber agotado su acta de diputada europea en lugar de dimitir dos años y medio antes, renunciar a ese buen sueldo y lanzarse a la incierta aventura de fundar un partido nuevo.
Ante la deriva tomada por el PSOE y, con toda seguridad, después de intentar desde dentro que el partido retomase el rumbo correcto, se vio en el trance de tener que abandonar la formación en la que llevaba militando toda su vida y fundar una nueva desde la que defender las ideas en las que creía.
Yo veo mucha más coherencia que traición en este acto. Lo que ocurre es que muchos se sienten tan identificados con unas siglas que dejan de preocuparse de las ideas que hay detrás de ellas.
Nos leemos.
Madrid, 20 de abril de 2009
4 comentarios:
Buena entrada y mejor "segunda lectura" de la misma.
Hola, Ciudadano quien: Estoy de acuerdo con anónimo. Buena entrada y mejor segunda lectura. Respecto a los paleoprogres del PSOE y afines que nos ponen a parir en las recogidas de firmas o en los comentarios de periódicos como Público, decir que el PSOE usa el SUBCONSCIENTE colectivo para situarse en el centro-izquierda utilizando "lugares comunes izquierdosos" como el aborto, el matrimonio homosexual, la energía nuclear o la memoria histórica. Pero como dicen en mi pueblo: Una cosa es predicar y otra dar trigo. En el día a día la política del PSOE en nada se diferencia de la que aplican Sarkozy o Merkel, que son de derechas, así que a palabras necias oídos sordos.
Nos leemos.
Que razon tienes! Esos son los argumentos que damos los informados a la gente mal informada por los medios.
Diego, gracias por pasarte por mi blog. A algunos por mucho que se lo digamos nunca lo van a querer entender.
Nos leemos
Publicar un comentario