Hace un par de días, en uno de mis habituales paseos por la prensa digital, me encontré con una noticia de “El Mundo”. (Ver noticia).
En ella se hacían eco de que la Generalitat había exigido disculpas al periódico “The Economist” por un artículo publicado en el que se hacía una radiografía de la situación de los nacionalismos en España. El artículo en cuestión se titulaba “How much is enough?” y lo consideran una ofensa contra la identidad catalana.
Me he leído el artículo y sinceramente creo que no es para tanto. Lo que pasa es que los nacionalismos convierten cualquier crítica, por fundamentada que sea, en un ataque contra Cataluña misma, olvidando de que ellos no son Cataluña y que ni siquiera representan a toda Cataluña.
Volviendo al artículo, éste comienza con una alabanza al estado de las autonomías que permitió que la transición tras la dictadura, se hiciese sin muchas tensiones territoriales y ha contribuido al desarrollo de algunas regiones peninsulares como Andalucía respecto de la época de la dictadura franquista.
Pero acabados los parabienes, el artículo empieza con las críticas. Primero diciendo que ha permitido la reaparición de la figura de los caciques, entre los que se nombra a Pujol, Fraga y Chaves. Esto ha sido una de las cosas que más ha molestado a los nacionalistas catalanes: que se llame cacique a Pujol. Si miramos el diccionario de la Real Academia de la Lengua, cacique tiene entre sus significados los dos siguientes:
· Persona que en una colectividad o grupo ejerce un poder abusivo.
· Persona que en un pueblo o comarca ejerce excesiva influencia en asuntos políticos.
Cabría preguntarse si las definiciones no encajan con los personajes mencionados. Seguro que mucha gente opina que sí.
En el artículo se cita a gran cantidad de personalidad políticas, científicas y culturales españolas. Lo que desmonta la crítica nacionalista de que el escrito muestra un gran desconocimiento de la realidad española. En él también se destaca que las comunidades autónomas españolas gozan de un autogobierno mayor que cualquier otra región europea.
El escrito continúa con sus críticas al nacionalismo hablando de cuestiones como la lengua y su imposición en algunas regiones (incluso se habla del Manifiesto por la Lengua Común), la consulta soberanista de Ibarreche, el estatuto catalán, el cupo vasco y navarro y la dificultad de los cambios de residencia por trabajo.
El artículo termina hablando de la aparición de Union, Progress and Democracy (UPyD) como un partido que intenta combinar el liberalismo social y la defensa de la idea de España.
En mi opinión, no se dice nada que no se haya venido denunciando desde España, nada que se aleje mucho de la realidad. El problema empieza a ser tal, que incluso desde el extranjero se empieza a apreciar. Eso apesar de las numerosas campañas de promoción autocomplaciente que se han subvencionado con fondos de las Comunidades Autónomas nacionalistas ¿Es que no va a ser posible que los nacionalistas acepten una crítica? Por alguno de los pocos comentarios al artículo que he podido leer, parece que no. Siempre habrá un Madrid y una prensa española a la que culpar de orquestar campañas de difamación.
Nos leemos.
Madrid, 14 de Noviembre de 2008
5 comentarios:
A mi lo que me parece de falta de cultura democrática es que la Generalitat pida explicaciones a The Economist por llamar cacique a Pujol.
¿Os imaginais al PP, al PSOE o a UPyD pidiendo explicaciones a los medios cada vez que desde uno de ellos se insulta a alguien de su partido?
Triste que desde fuera nos hagan estos repasos...
Menuda radiogrfía que han hecho de la situación política española.
La Generalitat pidiendo explicaciones a The Economist muestra su catetismo integral,jejeje, aún me estoy tronchando de la risa.
Saludos
Querido Ciudadano Quien,
Muy buena entrada.
El que la Generalitat pida cuentas a The Economist no es más que otra muestra de su egocentrismo.
He estado pensando en lo que comentas de la palabra "cacique" y sinceramente más de uno y más de cinco encuadrarían perfectamente en dicha denominación... sin acritud por supuesto...jeje
Salu2
Lo más fuerte es que la Generalitat se queja de que el autor del artículo desconoce la situación real de Cataluña, pero éste pidió una entrevista a Montilla y la petición fue rechazada. ¿A qué preguntas tenía tanto miedo el presidente de Cataluña?
Por cierto, que no te lea Juan José escribir su apellido con "ch" en vez de con "tx", que seguro que te llama españolazo y franquista y de todo :-)
Quizá no haya tenido que ver solamente lo de Pujol, sino lo de Chaves...
Al fin y al cabo, José Montilla más o menos en el mismo partido (digo más o menos por el rollo de PSC y PSOE...) y encima llegó desde Andalucía también...
Podría ser, ¿no?
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