06 noviembre 2009

Ultimátum al Alakrana

En estos momentos estamos viviendo el ultimátum que han dado los piratas que secuestraron el pesquero español Alakrana. Amenazan con matar a tres pescadores si no se libera a los dos piratas que están en poder de la justicia española. La solución no es fácil.


La justicia no puede liberar sin más a los dos detenidos. Está claro que han cometido una serie de delitos por los que tienen que ser juzgados y si se demuestra su culpabilidad (lo que no creo que sea muy complicado) tendrán que cumplir la pena que se les imponga.

El pago de rescate tampoco es la solución definitiva. Desde mi punto de vista se salvaría la vida de los actualmente secuestrados, pero se pondría en peligro la del resto de pescadores de la zona. Si España paga el rescate se lanzará el mensaje de que sale rentable secuestrar barcos españoles. Es probable que ante esa perspectiva, los piratas aumenten sus hostilidades sobre los pesqueros de bandera española.

El último recurso (y tampoco es bueno), es el uso de la fuerza. Supongo que los militares españoles de la zona estarán preparados para realizar un asalto tanto al buque apresado como a los secuestradores en tierra (que parece que tienen localizados). Esta solución pone en claro riesgo a los pescadores españoles que podrían resultar heridos o muertos a resultas de la operación.

Lo dicho, la solución no es nada fácil. Sólo espero que se elija la opción que se elija, todos los marineros españoles estén pronto de vuelta sanos y salvos.

Después habrá que ponerse a trabajar para que esto no ocurra otra vez. La petición de que los barcos españoles lleven militares a bordo no me parece adecuada. La pesca en aquella zona es un negocio privado que supongo que conllevará cierto beneficio (sino no se irían a pescar tan lejos) y el ejército español no está para defender negocios privados. Si fuera así los que tienen empresas en países conflictivos podrían exigir tener militares para defenderlos. Incluso los joyeros, tan atracados últimamente, pedirían apostar un policía en el interior de sus negocios. Si quieren tendrán que costearse seguridad privada.

De hecho ya se han mandado a la zona efectivos militares españoles con el objetivo de proteger a los pesqueros. El problema es que, al parecer, no pueden hacer uso de la fuerza. En mi opinión si un barco se considera una amenaza para un pesquero español debería, primero intentar disuadirle y si sigue mostrándose hostil emplear la fuerza necesaria para que deje de poner en peligro a los pescadores españoles. Si hay que cambiar la legislación para ello, pues que se cambie.

Si no se pone solución a esto, dentro de unas semanas estaremos repitiendo el episodio.

Nos leemos.

3 comentarios:

lisufelligus dijo...

Hola, Ciudadano Quien:
Aunque la situación es compleja, a todos nos cabe la certeza de que podía haberse gestionado mucho mejor.
El sinsentido de que si el hijodep... del pirata tenía menos de 18 años, meterlo en un centro de menores, etc..., da una idea de la degradación que estamos sufriendo como estado democrático serio, sólo igualada por la Italia de Berlusconi -que seguro que hubiera gestionado ésto mejor, pagando directamente, como a la mafia-.
Los ciudadanos tenemos los gobernantes que merecemos, pues aquí lo vemos...
Un abrazo y nos leemos.

Anónimo dijo...

Quienes son los piratas,los hijodep...? Los depredadores que van a robar pobres paises.Asesinar sus hombres,mujeres y niños. O los patriotas que defienden su territorio su patria

Ciudadano Quien dijo...

Hola lisufelligus, es verdad que se podía haber gestionado mejor. Ahora es momento de solucionar la papeleta, luego vendrá el tiempo de analizar lo que se ha hecho (para aprender y que no vuelva a ocurrir) y si acaso, de reprochar.

Anónimo, piratas son los que abordan un barco para robar (en este caso para pedir un rescate). Que yo sepa los pescadores españoles no han ido a asesinar a nadie, han ido a pescar. Entiendo que en virtud de algún acuerdo internacional lo harán en esas aguas. Y creo que para los piratas no hay más patria que su bolsillo.

Nos leemos